Leí una frase por ahí que decía lo siguiente: "Para escribir bien, debes escribir sobre lo que conoces".
Esto es lo que conozco:
Estoy al borde de mis 32 años y no creía en el amor a primera vista... Hasta ahora.
Creo que será difícil de contar lo que aprendí y como lo aprendí, sin compartir la historia de quien soy.
Durante toda mi vida crecí siendo un "niño bueno", pero solitario. Con el tiempo crecieron junto conmigo otras motivaciones, otros sueños, idealizando situaciones, ocultándome tras una imagen de alguien seguro de si mismo, que se tomaba la vida a la ligera. Me dedique a estudiar y a pasar de carrete en carrete, siendo el tabaco y el alcohol siempre mis aliados.
Alrededor de mis 24 años comencé a descubrir que había algo que faltaba en mi vida: amor. No estaba esa persona que sólo liberaba sentimientos en mi mundo interno y comencé mi búsqueda, pensando en que encontraría el amor verdadero, ese amor "hasta que la muerte nos separe", lleno de caídas, decepciones, tejiendo una historia humillante. Salí lastimado tantas veces, me postergue como persona y mal herido me levante y pretendí caminar con pie de plomo prometiéndome a mi mismo que no volvería a suceder. Me vestí de esa misteriosa seguridad que demuestro, con ese carácter fuerte, que no es mas que mi mecanismo de defensa, tomando por compañero inseparable el alcohol, cometiendo cada vez mas errores, conformándome con lo que había mas a mano, dejando de creer en todo, despreciando hasta la vida. Llevé una vida llena de arrepentimientos, ahora sólo me arrepiento de algo y es que en este camino de autoconocimiento herí a alguien y aunque este intento sea el primer paso para recuperar, no compensa lo que hice.
A esa persona, que sabe quien es, desde lo mas profundo de mi ser: LO SIENTO MUCHO Y SE QUE ESTOY ENAMORADO DE TI.
Si aceptas mis disculpas, ya sabes donde encontrarme, estaré esperando para darte el beso que quedo pendiente la ultima vez.
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